La historia del Globo Pampero es un capítulo fascinante en la aviación argentina y un testimonio del espíritu innovador de Jorge y Eduardo Newbery. Estos hermanos, apasionados por la ciencia, la tecnología y la exploración, lograron con este globo aerostático un hito que marcó el inicio de la aerostación en el país, inspirando a generaciones futuras.
Los Newbery: Visión y Pasión por la Innovación
Jorge Newbery, una de las figuras más icónicas de la aviación argentina, nació el 27 de mayo de 1875. Ingeniero, deportista y aventurero, Jorge siempre mostró un interés profundo por las tecnologías emergentes de su tiempo. Su hermano Eduardo, también un apasionado por la innovación, compartía con él la fascinación por la aeronáutica.
En los primeros años del siglo XX, la aviación estaba en su infancia, y los vuelos en globo aerostático representaban una de las pocas maneras de explorar el cielo. Inspirados por los avances en Europa, los hermanos Newbery decidieron emprender la tarea de construir y pilotar su propio globo, marcando el inicio de la aerostación en Argentina.
La Construcción del Pampero
El Globo Pampero fue adquirido por el Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA), entidad de la que Jorge era miembro. Su construcción fue un esfuerzo conjunto entre los Newbery y otros entusiastas de la aeronáutica. Fabricado con tejidos ligeros y recubierto con barnices especiales, el Pampero tenía una capacidad de elevación suficiente para transportar a dos personas y equipos básicos.
El nombre “Pampero” fue elegido en honor a los fuertes vientos de la región pampeana, reflejando la conexión entre el globo y las condiciones climáticas de Argentina. Su diseño era innovador para la época y representaba un gran avance técnico en el ámbito local.
El Primer Vuelo del Pampero
El 25 de diciembre de 1907, Jorge y Eduardo Newbery realizaron el primer vuelo en el Globo Pampero, despegando desde el Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. La travesía fue un éxito rotundo y despertó la admiración del público, así como el interés de la prensa. Durante el vuelo, los hermanos aprovecharon para realizar observaciones meteorológicas y recopilar datos valiosos sobre las corrientes de aire.
Este primer vuelo no solo representó un triunfo personal para los Newbery, sino que también marcó el inicio de la aviación científica en el país. Fue la primera vez que un globo aerostático surcaba los cielos argentinos, posicionando a Argentina como pionera en la región.
El Trágico Destino de Eduardo
El entusiasmo por la aerostación no estuvo exento de riesgos. El 17 de octubre de 1908, durante un vuelo en el Pampero, Eduardo Newbery y el sargento Eduardo Romero perdieron la vida en un accidente mientras intentaban cruzar el Río de la Plata. Este trágico evento conmocionó al país y marcó un momento de reflexión sobre los peligros inherentes a la exploración aérea.
A pesar de la tragedia, Jorge continuó su trabajo en la aeronáutica, convirtiéndose en un símbolo de la perseverancia y el espíritu innovador argentino. Su contribución al desarrollo de la aviación fue invaluable, y su legado perdura en la historia y la memoria del país.
El Legado del Pampero
El Globo Pampero representa un capítulo clave en la historia de la aviación argentina. No solo fue el primer globo aerostático en volar en el país, sino que también simbolizó el espíritu aventurero y la búsqueda constante de nuevos horizontes por parte de los hermanos Newbery.
Hoy en día, Jorge Newbery es recordado como uno de los pioneros de la aviación en América Latina, y su nombre está inmortalizado en el Aeroparque de Buenos Aires. Eduardo, aunque menos conocido, también dejó una marca indeleble en la historia como cofundador de la aerostación argentina y como un hombre que dio su vida por la pasión de volar.
El Pampero, con su historia de innovación y tragedia, sigue siendo un símbolo del valor y la visión que definieron una época de exploración y descubrimientos en Argentina. Es un recordatorio de los sacrificios y logros de aquellos que se atrevieron a soñar con alcanzar el cielo.